Otoneo

Mi primer otoño en Bélgica. Que puedo decir...por donde comenzar? Es una mierda. Mas aún, si pensas que no hubo un verano decente. Dos semanas enferma, los niños vomitando, con pedos horribles, diarreas, mocos. Beba de re mal humor, ultimamente con ataques de histeria a la hora de dormir. Fiebre, dolor de cabeza. Frio. HUMEDAD, y eso es lo peor. Mal descansada,con la cabeza con  pelo de concha (como diria la Tia Tita) por la humedad, un desastre. Que puedo decir de bueno de este otoño? ni la mas puta idea...si, tal vez los colores,  eso, solo lo lindo que hay en el color de las hojas, porque si pensas realmente en el color del cielo, te pegás tres tiros.
Hice una pausa para continuar con este párrafo, para  ser un cacho positiva, cosa que implica un esfuerzo en mi. Y se me ocurre que algo bueno fue todo lo que cocine, lo rico que salio, las conservas para el invierno, la huerta que todavía da sus verduras , el olorcito y el calor de casa  al entrar re cagada de frio (húmedo) de la calle. Las calendulas que florecen aún, las rosas que me miran desde la oscuridad helada de afuera, mientras escribo estas pelotudeces y con las que hice (con sus hermanas mayores, no con las que me miran ahora, por supuesto) unos dulces buenisimos. Bueno, hay mas cosas buenas que malas, claro, pero no quiero caer en la cursilada, no quiero dejar de ser yo.
Me voy al sobre, me estoy cagando de frio en la veranda, donde tengo mi espacio con mis cosas y cachivaches.

El Matungo: un lujo a 4.9 euros el kg.